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El encuentro con Dios de Cecilia Ávila

Actualizado: 26 oct 2022

Cecilia Ávila conoció la Iglesia Evangélica a sus 21 años y su vida se transformó por el amor de Dios.


Cecilia Ávila tiene 35 años, es arquitecta, y su hobby es andar en rollers. Ella es evangélica y forma parte de esta religión desde hace ya 13 años. Esta decisión de ponerse a disposición de Dios no vino desde sus padres, sino que por una experiencia propia, la conoció y decidió seguirla.


Ávila se topó con la Iglesia Evangélica a sus 21 años por medio de una amiga del secundario. Ella era católica y su amiga la invitó a una reunión de mujeres que se hacía en una casa. Fue aquel día que su relación con Dios cambió para mejor. Cuenta Ávila que las cosas que decían en aquella reunión tenían mucho que ver con su situación de aquel entonces, supo aquel día que esas palabras venían de Dios. Ella agregó: “no fue casualidad estar allí ese día, Dios me guió y uso esa reunión para ayudarme”. Desde ese día, jamás dejó de asistir.


Luego empezó a sumarse a las distintas actividades como una escuelita de fútbol para chicos que no tenían recursos o los cultos mismos de la religión Evangélica. Cecilia cuenta que ella ya conocía la religión desde el lado católico, pero que estas reuniones tenían una diferencia clave: eran más alegres. Describe que había bandas de música, muchos jóvenes y el mensaje de Dios estaba llevado a la actualidad.



Cecilia Ávila con sus compañeras en una reunión luego del culto. (Créditos: Cecilia Ávila)

De a poco a medida que iba conociendo más esta religión se dio cuenta de que encajaba mucho con lo que ella estaba anhelando. Lo que más le llamó la atención fue la cantidad de cambios que empezó a ver en todos los ámbitos de su vida. Cree que esto tiene que ver con que todo lo que se le iba a enseñando de principios bíblicos. Principios que fue aplicando en todas las áreas de su vida. Cecilia estaba viendo a Dios obrar de manera explícita en su vida, era algo especial entre ella y su padre del cielo. Así fue como empezó a ver a Dios como un amigo, como una relación de amor y no tanto como algo frío o lejano, sino como como un estilo de vida.


En cuanto a su vida personal, Dios la acompañó muy de cerca. Describió diferentes situaciones en las cuales pudo sentirlo. En primer lugar, ella le pedía mucho a Dios por una restauración familiar entre su hermana y su papá y de a poco se fue dando: se perdonaron. En segundo lugar, lo económico mejoró muchísimo. Había mucha gente endeudada con su papá y de un día para el otro estas deudas se saldaron. Destacó que su padre pudo comprar un auto, motivo por el que ella oró mucho porque sabía que él siempre soñó con eso. En tercer lugar, sus dudas vocacionales se aclararon y tuvo claridad de que su carrera perfecta era arquitectura, la cual ejerce con mucha pasión hoy en día.


En rasgos generales Ávila describe que desde que conoció la Iglesia Evangélica empezó a despejarse el camino y lo que era tan complicado, de repente empezó tener claridad, una luz, una paz, se acomodaron las cosas y ella se sentía más alegre. Describe también un cambió en su carácter “Era una persona de un carácter bastante complicado, de enojarme y rencorosa”, agregó Ávila. Pero, luego aprendió a soltar cosas, cargas a los pies de Jesús y empezó a sentirse más feliz y liviana.

Desde la iglesia desarrollaron una playlist para que todos puedan adorar mediante la música.

Uno de los aspectos que más le gustan de su religión es la ayuda que se le brinda al prójimo. Cuenta que cuando ella llegó a la primera reunión se encontró con el novio de su amiga, quien había salido de las drogas a raíz del grupo de ahí de la iglesia. Fue para ella un cambio muy fuerte, muy impactante. Como ese vio muchos milagros, por ejemplo cánceres que se redujeron, cánceres que desaparecieron; esas cosas que humanamente no son posibles. Cuenta que esto es lo que mantiene su fe viva, poder ver a Dios de manera clara actuando en el prójimo. Explica que comenzó a ver a Dios como un Dios vivo. Cómo una persona que no la ves en carne y hueso, pero que su espíritu está obrando. Hoy en día no ve al Evangelismo como una religión, sino un estilo de vida.



Por Inés Alvarez.

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